miércoles, 14 de julio de 2010

CERRADA BIEN CERRADA


La Biblia nos dice en Josué 6:1 “Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía.”
Pero para que tomemos una real dimensión de esta palabra veamos lo que dice la versión de la Biblia al Día dice:


“La ciudad de Jericó estaba cerrada por miedo a los israelitas; la habían
cerrado y nadie salía ni entraba.”


Porque el temor de los habitantes de Jericó?

Ellos sabían cómo la mano de Dios había acompañado en forma sobrenatural a su pueblo, desde su salida de Egipto y durante su transitar a lo largo de 40 años en el desierto


“–Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra a ustedes, porque él ha hecho que
nosotros les tengamos mucho miedo. Todos los que viven aquí están muertos de
miedo por causa de ustedes.
Sabemos que cuando ustedes salieron de Egipto,
Dios secó el agua del Mar Rojo para que ustedes lo pasaran. También sabemos que
ustedes aniquilaron por completo a Sihón y a Og, los dos reyes de los amorreos
que estaban al otro lado del río Jordán.
Es tanto el miedo que nos ha dado
al saberlo, que nadie se atreve a enfrentarse con ustedes. Porque el Señor, el
Dios de ustedes, es Dios lo mismo arriba en el cielo que abajo en la tierra.”
Josué 2: 9 al 11 DHH


Satanás tiene determinados lugares cerrados, bien cerrados, porque sabe que si nosotros los poseemos, algo en mundo espiritual se activará en nuestras vidas y de esta manera seremos imparables espiritualmente.

El pueblo de Israel contaba con un potencial que los hacía dignos de temer, de la misma manera sucede con nuestras vidas, lo que despierta temor en el enemigo no es tu capacidad personal, no es tu formación teológica ni mucho menos tu dinero sino el poder de las promesas de Dios activadas sobre tu vida.
Potencial = Promesas

“… y yo, por mi parte, comienzo a infundir terror y miedo de ti entre todos los
pueblos que hay debajo del cielo. Al oír tu nombre temblarán y se desmayarán
ante ti." Deut. 2:25

Cuando vos descubrís tu potencial en Dios, es decir te apropias de las promesas de Él para tu vida y las declaras sobre vos, te convertís en alguien imparable en el mundo espiritual.

Las promesas de Dios impulsaban al pueblo de Dios, y marcaban su potencial.

Claro que para que esto sucediera con el pueblo de Israel, ellos tuvieron que pasar por un proceso, así también funciona con nosotros:

En primer lugar tuvieron que santificarse

“Y Josué le dijo al pueblo: santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas
mañana entre vosotros.” Josué 3: 5
En segundo lugar fue circuncidada una nueva generación de los nacidos en el desierto. La circuncisión fue establecida como una señal del pacto entre Dios y Abraham. Este signo externo carecía, sin embargo, de significado si no iba acompañado por el propósito interior de alejarse de las obras de la carne; en otras palabras, por la «circuncisión del corazón»

“Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para
que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que
vivas.” Deut. 30:6

Ellos hicieron un nuevo pacto.

Por último celebraron la primer Pascua después de haber salido de Egipto, lo que marco el cese del maná, sino que comieron del fruto de la tierra. Se marco en ellos el cierre de un ciclo y el comienzo de otro.

Ellos llegaron a las puertas de Jericó y estaban “cerradas bien cerradas” no es que la conquista le iba a llegar de repente, en un abrir y cerrar de ojos, ahora llegaba el momento de escuchar a Dios porque Él iba a revelarle sus diseños para la conquista y posesión.

Lo que está hoy delante de ti, no es que está cerrado bien cerrado, porque es difícil, porque es dura la situación, sino porque las huestes de maldad están temblando de miedo, porque saben que en cuanto vos pongas un pie en el umbral de tu Jericó será el comienzo de una etapa de conquista y posesión que te hará imparable, nada podrá detenerte el diablo sabe de tu potencial es por eso que Jericó está cerrada bien cerrada.

Pastor Raúl Cuadro

HASTA LA PROXIMA VICTORIA!!!



Mensaje predicado, por el pastor Raúl Cuadro, en el Congreso “Cielos abiertos” en Tres Arroyos-Bs. As. Argentina el 10-7-2010

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