domingo, 20 de diciembre de 2009

HOY ES TU MEJOR DÍA



Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche...
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante, mi trabajo es escoger que clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso, o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas gratis.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo auto compadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar, o puedo gritar de alegría - ¡Tengo un trabajo!
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar, o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.
Hoy el día se presenta ante mí, esperando a que yo le dé forma y aquí estoy, el escultor que tiene que darle forma...

Este hermoso verso, de autor desconocido, no hace otra cosa que poner en manifiesto la actitud correcta que debemos tomar frente al abordaje de cada día en nuestra vida.
La Biblia nos habla, acerca de esto, en el Salmo 118:24 diciendo:


“Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.”


Es posible que haya días que lo que menos queremos hacer es alegrarnos, nuestro ánimo esta decaído, que la situación que nos está tocando vivir se encuentra fuera del alcance de nuestras manos, pero cuando no sientas deseos de regocijarte, dile a Dios como te sientes realmente y El hará el milagro de intervenir en tu estado anímico cumpliéndose la palabra:


“este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias”


Descubrirás que Dios te dará una razón para regocijarte en este día y que El te ha dado este día para vivirlo, servirlo y alegrarte.


HASTA LA PROXIMA VICTORIA!!!

Raúl Cuadro