Durante el hundimiento, los ocho miembros de la banda dirigidos por Wallace Hartley, se situaron en el salón de primera clase en un intento por hacer que los pasajeros no perdieran la calma. Más tarde continuaron tocando en la parte de popa de la cubierta de botes. La banda no dejó de tocar incluso cuando ya era seguro que el buque se hundiría. Algunos testigos dicen que la última canción fue "Mas cerca, ho Dios de ti" y aunque parezca mentira en medio del caos ellos seguían tocando su melodía como si nada pasara, hasta el momento del hundimiento del trasatlántico.
De igual manera hoy en día, muchas veces nuestro comportamiento es semejante al de la orquesta del Titanic, cuando todo a nuestro alrededor es dolor, angustia, desesperación, nosotros seguimos tocando nuestra melodía. Nosotros en nuestras iglesias estamos ocupados en satisfacer nuestras propias “necesidades” sin tener en cuenta lo que el mundo está necesitando.
Jesús les dio un mandato a sus discípulos “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…”. La palabra evangelio significa buenas noticias y eso es justamente lo que gente necesita. Dios nos está llamando a llevar estas buenas noticias a los que están hundiéndose en el mar de sus problemas y no para que nosotros estemos tocando nuestra melodía.
“El espíritu del Señor está sobre mí,
porque el Señor me ha consagrado, me ha enviado a dar buenas noticias a los
pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a
los que están en la cárcel; a anunciar el año favorable del Señor, el día en que
nuestro Dios nos vengará de nuestros enemigos. Me ha enviado a consolar a todos
los tristes,” (Isaías 61: 1y 2)HASTA LA PROXIMA VICTORIA!!!